Tiene el objetivo de definir el comportamiento del sistema de protección eléctrica para:
1. Permitir el arranque y la operación a plena carga de los elementos protegidos.
2. Desconectar en el “mínimo” tiempo posible un circuito o elemento que ha desarrollado una falla de corto circuito y evitar que la falla se propague a otros elementos y con la menor afectación a la continuidad de la operación del sistema eléctrico.